La fierecilla domada

BIONDELLO:

¿Que dónde he estado? Pues yo... Pero, y vos mismo, ¿dónde estáis ahora? ¿Es que mi compañero Tranio, amo, os ha robado vuestro vestido? ¿O es, al contrario, vos quien le habéis robado el suyo? ¿U os habéis robado mutuamente uno a otro? Decidme qué ocurre, os lo ruego.

LUCENTIO:

Acércate, granuja. El momento no está para bromas; por consiguiente, trata por tu parte de ponerte de acuerdo con las circunstancias. Tranio, tu compañero, al que ves aquí, se ha puesto mi traje y toma mi personalidad para salvarme la vida. Y yo me he endosado los suyos para poder escaparme. Porque desde que hemos desembarcado he matado a un hombre querellándome con él y temo haber sido descubierto. Por consiguiente, sírvele como si se tratase de mí mismo, mientras yo me alejo con objeto de salvar la vida; ¿me has comprendido?

BIONDELLO:

¿Yo, mi amo? Ni una palabra.

LUCENTIO:

¡Y jamás en la boca el nombre de Tranio! Tranio se ha cambiado ya en Lucentio.

BIONDELLO:

Suerte que tiene el pícaro. ¡Lástima que no me sucediese a mí otro tanto!

TRANIO:

eXTReMe Tracker