Drácula

Enterró su propio dolor con tanta entereza que mi corazón sangró por él. Vi que tenía el manuscrito en la mano y sabía que en cuanto lo leyera se daría cuenta de cuanto sabía; por consiguiente, le dije:

—Desearía poder consolar a todos los que sufren profundamente. ¿Quiere usted ser mi amigo y venir a mí si necesita consuelo? Más tarde comprenderá usted de qué le estoy hablando.

Vio que se lo decía con sinceridad y, haciéndome una reverencia, me tomó la mano, se la llevó a los labios y la besó. Parecía ser un consuelo demasiado pobre para un alma tan valerosa y desinteresada. Entonces, impulsivamente, me incliné y lo besé.

Sus ojos se le llenaron de lágrimas y se le hizo un nudo en la garganta. Luego, dijo, en tono tranquilo:

—¡Pequeña, nunca olvidará usted esa bondad sincera, en toda su vida!

Luego, se dirigió hacia el estudio, donde se encontraba su amigo.

—¡Pequeña!

La misma palabra con que se había referido a Lucy.

¡Pero demostró ser un amigo!.

eXTReMe Tracker