-Hija mía -intercedió Starr-Comprendo tus dudas. Pero es mejor que nos acompañes en la excursión. Todos los que te queremos vamos contigo y te llevaremos de regreso a la mina. Y así, una vez que conozcas por ti misma lo que es en realidad el mundo, podrás estar en condiciones de elegir si prefieres seguir viviendo como lo hacen Simon Ford y Madge, en cuyo caso nadie tendrá nada que objetar.
El último tren condujo a los viajeros a la superficie. La oscuridad envolvía la población.
La primera sensación de la joven fue la del aire, que penetraba en sus pulmones invadiéndola de un placer hasta ese momento desconocido.
-Respira profundo, Nell, Respira bien profundo y absorbe todas las emanaciones del campo...
-¿Qué es ese humo que corre sobre nosotros? -preguntó la joven, para quien todo era novedad.
-Son nubes -respondió Harry-. Es el vapor de agua que el viento empuja esta vez hacia el oeste.
-¿Y esos puntitos blancos. . . ?