-Decididamente -dijo Glenarvan-lo mejor que podría haber hecho era desembarcar en Madera, aunque allí no hubiese vino.
El sabio guardaba silencio. Finalmente, preguntó:
-¿Dónde piensa tocar después de aquí?
- ¡Oh! nuestra primera escala será en Concepción*?
-¡Diablos! ¡Eso me aleja mucho de la India!
-No tanto, desde el momento en que pasemos el cabo do tornos, se acercará.
-Mucho lo dudo.
-Además, tanto da uno que otro lado; se puede ganar la medalla de oro en todas partes, porque en todas partes hay mucho que investigar y descubrir, lo mismo en los cerros de la cordillera que en las montañas del Tibet.