Iris Miller en ocasiones ve fantasmas, en realidad no sólo en ocasiones, continuamente está con ella una mujer vestida de blanco que aparece y desaparece cuando quiere, pero además ve a los fantasmas de los lugares por los que pasa, y tiene que esforzarse por disimular que no lo hace porque si los fantasmas se dieran cuenta no pararían de atosigarla pidiéndole favores. Iris y sus padres han tenido que mudarse de su anterior lugar de residencia (por un desagradable incidente) a Woodpine, un pueblo costero donde el padre, policía, ha pedido el traslado. Al llegar a su nuevo lugar de residencia, Iris se encuentra con sus típicos problemas de fantasmas además de los correspondientes a una adolescente en un nuevo instituto. Iris no se lleva demasiado bien con su familia, en especial con su padre que, aunque lo reconozca y sepa que es cierto, no quiere aceptar el que su hija vea más allá. Una vez en el instituto, Iris se enfrenta a su posición de chica nueva que ha cogido la plaza que dejó vacante otro estudiante debido a su muerte en un accidente de coche. Allí se hará amiga de la paria del instituto, Susan, También hará buenas migas con Joe, uno de los chicos populares del lugar. Sin embargo, algo empieza a pasar en el pueblo, una fuerza extraña destruye las duchas del gimnasio cuando Joe estaba allí, a partir de ahí esa fuerza provocará la destrucción de manera cada vez más continuada en el pueblo.