Don Juan regresa a Sevilla para descubrir que su gran amor, Doña Inés, ha muerto y que su hacienda ha sido convertida por su padre, también difunto, en un cementerio para las víctimas de sus atropellos. El espectro de doña Inés se le aparece y le dice que se condenará y ella también si no logra llevar allí en el plazo de un año a una mujer a la que ame realmente y lo ame a él. Don Juan cree que es una alucinación, pero al día siguiente, tras quedarse dormido, aparece en el cementerio de Highgate en Londres, en la época actual, en Halloween, donde le espera un ángel que le ayudará en su misión. Este le conduce ante una joven estudiante española llamada Inés, disfrazada a la usanza del siglo XVI, que acaba de salir de una fiesta de Halloween. A partir de ese punto, Don Juan tendrá que olvidar sus tendencias libertinas, sus ideas anticuadas sobre las mujeres y la vida para conquistar a la joven Pero en el Infierno no están contentos con los avances de Don Juan y envían a su mortal enemigo para que interfiera en los planes del Cielo y logre la condenación del caballero antes del fin del plazo.