La pequeña caravana, compuesta de seis entoldadas carretas, habÃa cruzado el Cimarrón, que en aquellos momentos se deslizaba con escaso caudal, a causa de la caldeada estación del verano, y habÃa enfocado una llanura de suelo cubierto de una capa de hierba grisácea, que no parecÃa corresponder a la humedad de la tierra, debido a la proximidad del rÃo. La caravana iba dirigida por Ily Quincy, un prospector de yacimientos de petróleo, que habÃa buceado con tesón por una buena parte de Oklahoma y que por dos veces habÃa descubierto yacimientos, que cedió a un precio irrisorio a ciertas compañÃas.