En el año 1870, lo que se llamó un dÃa La Ciudad de los Llanos y, algo más tarde, Auraria, ya no figuraba en la geografÃa del Estado de Colorado, habÃa cambiado definitivamente de nombre y ahora era conocida por Denver, nombre que le fue adjudicado en honor del gobernador de Kansas, asà apellidado. Desde el año 1865 al 1870, toda aquella parte del territorio habÃa variado fundamentalmente de estructura. El oro descubierto con una prodigalidad fantástica en Golden City, y que más tarde fue descubriéndose a lo largo del territorio en muchas millas a la redonda, habÃa despertado el egoÃsmo y la ambición de cientos y cientos de aventureros. Julesburg, que se habÃa convertido en un centro vital debido al nuevo ferrocarril llamado Unión Pacific, vertÃa diariamente en Denver, asà como en otros poblados próximos, tales como Black-Hawk y Central City, grandes masas de buscadores, que se repartÃan por el litoral buscando ansiosamente los ocultos tesoros que escondÃa la tierra. Pero, aunque tales poblados, asà como los arroyos y los montes atraÃan la atención de los buscadores, Denver era el punto neurálgico de la zona minera, donde lo mismo se podÃa encontrar una casa de juego en la que ganar o perder minas enteras de oro, que un diluvio de onzas de plomo que acabasen con las ambiciones o las alegrÃas de los más afortunados en aquella incógnita ruleta de la fortuna.