Reseña de CrÃmenes en la ciudad
El capitán Gaskell se pasó la mano por la barbilla, frotándosela con fuerza. Su mirada se posó en los rostros de sus dos interlocutores. Su expresión era francamente pesimista. ?Lo confieso, estoy desmoralizado. ?Animo, capitán ?dijo el teniente Singer, sonriendo?. Lograremos salvar esta situación. Esos asesinos no lograrán continuar sometiendo a los habitantes de la ciudad por el terror. El teniente Singer contaba veintiocho años, siendo inteligente y animoso. El capitán Gaskell ya habÃa pasado de los cincuenta años y sus escasos cabellos empezaban a encanecer. El sargento Bull tendrÃa una edad aproximada, pero su cabellera era abundante y rebelde. Alcanzaba el metro noventa y su corpulencia le daba un aspecto obtuso. Nada más lejos de la realidad. Su astucia y experiencia le hicieron alcanzar cierta fama de temible entre los habituales delincuentes de la ciudad.