Las cartas que habÃan desatado su pasión... No las habÃan escrito ellos.
Cuando Trey Marbury recibió aquel erótico anónimo, sabÃa que sólo una mujer podrÃa haber escrito algo asà y era Libby Parrish. De adolescentes, Libby y él se habÃan ido a bañar desnudos para escapar del calor de Carolina del Sur... pero habÃan acabado generando mucho más calor con la pasión de sus cuerpos. Doce años más tarde, a Trey le preocupaba cómo reaccionarÃa ella ante su regreso. Pero, a juzgar por aquella nota, Libby parecÃa dispuesta a retomar las cosas donde las habÃan dejado...
Libby habÃa tardado doce años en olvidar a Trey, pero en cuanto apareció en su puerta, no pudo hacer otra cosa que caer en sus brazos... y después en su cama. Y sin embargo no dejaba de preguntarse si volverÃa a abandonarla... hasta que apareció en su buzón aquella apasionada carta.