Aquel martes del mes de julio cambió la existencia de varias personas para siempre: por ejemplo, la de Henry Lindgren, el revisor del convoy que cubrÃa el trayecto Göteborg-Estocolmo; la de Sara Sebastiansson, que cometió el error de apearse en la estación de Fleminsgsberg para realizar la llamada telefónica más inoportuna de su vida; pero sobre todo, para Lilian, la hija de Sara, que en apenas un par de minutos desapareció de aquel tren atestado de viajeros. Nadie conseguÃa dar crédito a lo que habÃa sucedido. Para el equipo de investigación liderado por el inspector jefe Alex Recht, toda una leyenda en el cuerpo de la policÃa de Estocolmo, la desaparición de Lilian es el mayor desafÃo al que jamás se haya enfrentado. Si bien el extraño historial de maltrato doméstico y separación convierten al padre de la niña en el principal sospechoso de lo que parece -todo apunta hacia ello- un secuestro, la imposibilidad de localizarlo, la ausencia de testigos y un paquete enviado a la madre de Lilian que contiene ropa y cabello de su hija, complican aún más si cabe tan intrincado rompecabezas. Recht debe mediar, además, en la conflictiva relación que mantienen el joven policÃa Peder Rydh y Fredrika Bergman, una frÃa criminóloga cuyo estatos de universitaria le granjea no pocos problemas entre sus colegas. Es entonces cuando Lilian aparece muerta en el aparcamiento de urgencias de un hospital. Y aunque el padre siga desaparecido, Fredrika sabe que ha llegado la hora de convencer a Alex de explorar otras vÃas de investigación. Se enfrentan a un asesino, eso es evidente, pero lo que nadie sospecha aún es la terrible empresa que éste ha decidido acometer...