Una niña enfervorizada espera a su padre, un mafioso dominicano al que idolatra y que siempre llega sin avisar, como los monstruos en las pelÃculas de terror. Papi aparece, desaparece y reaparece, cargado de dólares y un sinfÃn de coches, novias y regalos. Encarna, como ha señalado el crÃtico Juan Duchesne Winter, al «neomacho global» y triunfador de los trópicos, que provoca alucinaciones en todos los que lo rodean: «El problema es que papi, como el MesÃas, siempre aparece pero nunca llega. Asà se cumple la falla Ãntima de una pasión dominicana, la brecha de toda pasión de la espera, narrada en una prosa que inocula el ritmo del perico ripiao en el pulso tecno, que inyecta la bachata en la sonata».