«Memorias del subsuelo» es una obra contradictoria, no exenta de matices. En forma de diálogo, un hombre sin nombre ni identidad concreta, excepto la de ser un funcionario, como se presenta a sà mismo desde las primeras páginas, va narrando las memorias de su tragedia personal. Dostoievski logra crear con él uno de los mejores y más impactantes antihéroes de su ingente producción novelÃstica, como lo son Raskólnikov o Iván Karamázov, un sujeto retórico de difÃcil imitación, en el que las raÃces eslavófilas y el innegable rechazo a la imposición burocrática se aúnan en todo un tratado.