Emma

—¿Molestias? ¡Ah! Ya veo qué reparos me pones. No quieres causarme molestias; pero te aseguro, mi querida Jane, que es difícil que los Campbell se tomen tanto interés por ti como yo. Mañana o pasado escribiré a la señora Partridge, y le encargaré que no deje de estar al cuidado de cualquier cosa que pueda interesarnos.

—Muchas gracias, pero preferiría que no le dijera nada de todo eso; hasta que no llegue el momento oportuno no quiero causar molestias a nadie.

—Pero, criatura, el momento oportuno ya está muy cerca; estamos en abril, y junio, o si quieres julio, está a la vuelta de la esquina y aún tenemos que hacer muchas cosas. Créeme, tu falta de experiencia casi me hace sonreír. Una buena colocación como la que mereces, y como las que tus amigos te buscarían, no sale todos los días, no se consigue en un momento; sí, sí, te lo aseguro, tenemos que empezar a movernos inmediatamente.

—Perdone, pero ésta no es mi intención, ni mucho menos. Todavía no quiero dar ningún paso, y lamentaría mucho que mis amigos lo dieran en mi nombre. Cuando esté completamente segura de que haya llegado el momento oportuno, no tengo ningún miedo de estar mucho tiempo sin empleo. En Londres hay oficinas en las que en seguida encuentran trabajo para quien lo pide… Oficinas para vender, no carne humana, sino inteligencia humana.

eXTReMe Tracker