Emma

CAPÍTULO VII

EL mismo día de la partida del señor Elton para Londres ofreció a Emma una nueva ocasión de prestar un servicio a su amiga. Como de costumbre, Harriet había ido a Hartfield poco después de la hora del desayuno; y al cabo de un rato había vuelto a su casa para regresar a Hartfield a la hora de la cena. Regresó antes de lo que se había acordado, y con un aire de nerviosismo y de turbación que anunciaban que le había ocurrido algo extraordinario que estaba deseando contar. No tardó ni un minuto en decirlo todo. Apenas volvió a casa de la señora Goddard, le dijeron que una hora antes había estado allí el señor Martin, y que al no encontrarla en casa y que quizás iba a tardar todavía, había dejado un paquetito para ella de parte de una de sus hermanas y se había ido; y al abrir el paquete había encontrado, junto con las dos canciones que había prestado a Elizabeth para que las copiara, una carta para ella; y esta carta era de él —del señor Martin— y contenía una proposición de matrimonio en toda regla.

—¡Quién hubiera podido pensarlo! Quedé tan sorprendida que no sabía qué hacer. Sí, sí, toda una proposición de matrimonio; y una carta muy atenta, o al menos a mí me lo parece. Me escribe como si me amara muy de veras… pero yo no sé… y por eso he venido lo antes posible para preguntarte qué tengo que hacer…

eXTReMe Tracker