Viaje al centro de la tierra

¿A dónde encaminaba sus pasos? ¿Trataría de abandonarnos? Mi tío dormía a pierna suelta. Quise gritar, pero mi voz se ahogó entre mis secos labios. La obscuridad se había hecho profunda, y se extinguieron los últimos ruidos.

—¡Hans nos abandona! —exclamé—. ¡Hans! ¡Hans!

Estas palabras sólo pude gritarlas con la mente, así que no pudieron salir de mi pecho. Sin embargo, después del primer instante de terror, me avergoncé de mis sospechas contra un hombre cuya conducta hasta entonces no se había hecho sospechosa. Su partida no podía ser una fuga. En lugar de dirigirse hacia la boca de la galería, se internaba más en ella. De abrigar criminales designios, habría marchado en opuesta dirección. Este razonamiento me tranquilizó un poco y entré en otro orden de ideas.

Sólo un grave motivo hubiera podido arrancar de su reposo al pacifico Hans. ¿Iba a hacer una descubierta? ¿Habría oído en el silencio de la noche algún murmullo que no había llegado hasta mí?


eXTReMe Tracker