Al oÃr el agudo chillido de mujer, Johos Khim volvió la cabeza y miró en dirección al lugar de donde procedÃa el sonido.A lo lejos, cubriendo casi el plano horizonte, se veÃa la marea negra que avanzaba hacia la aldea. Aterrado, Johos se dio cuenta de que la sorpresa habÃa sido total. Ya no habÃa tiempo para organizar la defensa.HabÃan estado prevenidos para una incursión, pero el plan de alarma, lo comprendió ahora amargamente, era demasiado clásico, demasiado anticuado. Jilath Bilor habÃa sabido actuar con muchÃsima más astucia, con una inteligencia incomparablemente superior.