?Era muy bonita, ¿verdad?
?Muy bonita. A los quince años era ya más bonita que cualquier mujer a los veinte.
?¡Ah, ah! ¿Y tenemos todos los derechos sobre ella?
?Absolutamente todos. El mayor asà lo dispuso antes de morir.
?Ejem..., ejem... Y no tiene dinero.
?¿Adónde vas a parar, Jack? ¿No sabes que Kelly no posee dinero alguno, excepto el que su padre depositó en poder de la superiora del convento para la educación de la joven?
Jack desplegó la carta, lanzó sobre ella una rápida ojeada y la dobló de nuevo.
?La superiora, en esta carta, dice que la educación de Kelly ha tocado a su fin, y nosotros, como únicos tutores de la joven, hemos de hacemos cargo de ella.
?Lo sé muy bien, Jack. Lo que ignoro es qué demonÃaco pensamiento despertó en ti el contenido de esa carta.