Reseña de La vida inĂștil de Pito PĂ©rez
SerĂĄ bueno dejar asentadas en el papel [o ahora en la pantalla lĂquida] antes de que la muerte que llevo en el alma descienda a mi mano, algunas travesurillas de Pito PĂ©rez. Tal vez no sean del todo regocijadas, porque la miseria no engendra alegrĂas y la risa de los pobres, cuando de tarde en tarde se rĂen, parece mueca de dolor.Hay truhanes de buena suerte a quienes todo les sale bien, y pĂcaros sin fortuna como nuestro amigo JesĂșs PĂ©rez Gaona, que no dijo mentiras y nadie creyĂł en su palabra; que no mato a bicho viviente y todos huyeron de Ă©l como de un asesino; que se ingeniĂł para comer y no paso de ser un muerto de hambre; que buscĂł el calor de un cariño y hallĂł el desprecio de todos y la indiferencia de todas, al grado de decir con ironĂa: mi mano serĂĄ mi propia viuda. Pero de nada sirve hacer el anĂĄlisis de sus desgracias. Le basta y le sobra con su desventura.