Para su sorpresa, la decoradora de interiores Paige Halliday recibió un regalo de un misterioso benefactor. Aunque fue Sam Balfour, el atractivo desconocido que le hizo entrega del mismo, el que la dejó sin palabras. Paige nunca se habÃa sentido tan atraÃda por un hombre, y mucho menos por uno que se negase a revelarle la verdad. Ya habÃa conocido a algunos playboys como él y, aunque tenÃa claro que no se iba a dejar manipular, podÃa dejar que Sam la mimase... un poco. Al fin y al cabo, pensaba ser capaz de disfrutar de él sin encariñarse demasiado. Pero el destino parecÃa tener otros planes para ambos.