Recomendaciones de Libros y Biblioteca Online

    

Reseña de Las murallas de Hongara

A Varan, Señor de Zhenland, le avisó el vigía al amanecer, y cuando gritó a su lugarteniente Lujan que alertara a la tropa, escuchó de éste: ?Hace tres años me hubiera parecido una broma de mal gusto tu orden, Señor ?sus palabras estaban cargadas de ironía. Varan terminó de ajustarse el peto y comprobó que sus armas estuvieran bien ceñidas. Acarició la culata de su valiosa pistola y respondió a su lugarteniente con una sonrisa: ?Entonces le hubiera retado a muerte por haber invadido mi territorio, pero hoy estoy obligado a ir en su ayuda. Lujan giraba como una peonza dando órdenes a los hombres que corrían de un lado para otro. Las bestias levantaban nubes de polvo y los pajes se movían nerviosos, recogiendo los pertrechos, apagando las fogatas y recibiendo los insultos de los guerreros. El lugarteniente se detuvo y se encaró con su jefe. No había ninguna falta de respeto en sus palabras cuando le dijo: ?Y lo harás de buena gana, reconócelo. Tú, el promotor de la alianza, no sentirás rubor cuando estreches la mano a Forjian, Señor de Cianlan.

Descargar Las murallas de Hongara PDF

Obtener gratis libro Kindle para tu teléfonoVer ofertas en Amazon

Planetalibro Store