Rachel había amado intensamente a Joel Kingdom, y creía ser correspondida. Hasta que él desapareció de su vida en el momento en que más lo necesitaba. Cinco años después de tanta amargura y dolor, volvieron a encontrarse. ¿Qué derecho tenía entonces Joel a oponerse a que Rachel se casara con su padre? Era por amor a la pequeña Sara, su hija, que Rachel había resuelto dar ese paso. Y Joel ya había demostrado bien a las claras que Sara no le interesaba en lo más mínimo.