Reseña de El amor nunca duerme
Durmiendo con el enemigo? A Gregorio de la Cruz le daba igual que la inocente Lia Fairbanks lo considerara responsable de haber arruinado su vida. Sin embargo, al comprender que no iba a lograr sacarse a la ardiente pelirroja de la cabeza, decidió no descansar hasta tenerla donde quería?. ¡dispuesta y anhelante en su cama! Lia estaba decidida a no ceder ante las escandalosas exigencias de Gregorio, a pesar de cómo reaccionaba su cuerpo a la más mínima de sus caricias. Sabía que no podía fiarse de él? pero Gregorio era un hombre muy persuasivo, y Lia no tardaría en descubrir su incapacidad para resistir el sensual embate del millonario a sus sentidos?