Reseña de Camelo-T
Los niños inspiran amor, ternura y devoción. Los niños despiertan nuestros mejores instintos: protección, cariño, comprensión? Los niños están llenos de candor, inocencia, pureza? En resumen, los niños son un latazo. Incluso mi «quasi» homónimo ?el aventurero resuelto y tenaz, el profesional duro y codicioso por excelencia? termina dejándose enternecer por todo un ejército de sucios y harapientos mocosos en su última aparición cinematográfica. Olvida que tiene un inmenso tesoro en las manos y sacrifica su bienestar eterno por la cariada y desnutrida sonrisa de una plaga de chiquillos.