La fiesta estaba en su apogeo. El anfitrión era Vance Watson, el productor de pelÃculas, y hacÃa aquel gasto para celebrar que al dÃa siguiente darÃa el primer golpe de manivela a la superproducción en tecnirama, 70 milÃmetros, sonido estereofónico, Noches de amor y crimen. Todo estaba dispuesto para que llegasen los protagonistas del la hermosa Luana Sherman, y el no menos hermoso Robert Francis. Las starlets sabÃan que, cuando llegase Luana, ella acapararÃa toda la atención, y aprovechaban bien su oportunidad. Una de ellas, pelirroja, estaba en lo alto de un piano y bailaba un twist. Pero sólo conseguÃa una pobre imitación de Ann Margret. Publicada por Editorial Bruguera en la colección Punto Rojo con el número 162 en el año 1965.