30 días, ese es el tiempo que tiene Ashley para disuadir a su madre y a Lili (una reina de Europa) para no casarse con el príncipe con quien su madre la ha comprometido (Marcus J. Pascal), alguien de quien no conoce ni su nombre. Ashley viaja a Ámsterdam creyendo que va de vacaciones, allí conoce a James un chico guapísimo que dice trabajar en palacio. James en realidad es el principe Marcus pero ella lo desconoce y él no va a decirle quién es en realidad hasta el día de la boda (si es que la hay).