Todo el enorme vano que se abrÃa al sudeste de Oklahoma teniendo por fronteras acuáticas los rÃos Muddy Boggy a la izquierda y Kiamichi a la derecha, era un verdegueante y ubérrimo pastizal para el ganado. El esfuerzo combinado de los varios héroes del reparto territorial de dicho nuevo y último Estado de Norteamérica, habÃa convertido tras Ãmprobos trabajos aquella tierra rojiza y rebelde en un principio al pasturaje, en un emporio de riqueza para el ganado y eran varios los ranchos que se habÃan levantado en la comarca incrementando la ganaderÃa en un Estado que, por ser relativamente nuevo cuando se procedió a colonizarlo, precisaba, dado el incremento de población que habÃa adquirido, de la ayuda de la ganaderÃa para atender a la manutención de tantos cientos y cientos de aventureros como se habÃan establecido en el recién nacido Oklahoma. En un principio, todo hizo vaticinar que este trozo apto de tierra americana seguirÃa las huellas del vecino Texas. El terreno, una vez puesto en marcha, era muy apto para la ganaderÃa, y los colonos, asà como los rancheros, se sentÃan satisfechos del rendimiento de sus propiedades tras los avatares iniciales de sus primeros tiempos de pionero de estas tierras, ya que nada apto habÃan encontrado hecho al tomar posesión de sus parcelas y todo lo habÃan tenido que levantar a pulso a costa de enormes esfuerzos y aun de heroicos sacrificios.