Reseña de Los esclavos técnicos
El negro automóvil se detuvo a pocos pasos de donde estaba sentado Dick sobre su balón de cuero, con los codos apoyados en las rodillas y el mentón entre las manos. El conductor, un hombre de cabellos blancos y rostro afable, se inclinó sobre la ventanilla. Con él viajaba una mujer de edad mediana. ?Hola, chico. ¿Está muy lejos Worthing? ?Cae hacia allá ? contestó Dick, poniéndose en pie ?. En el coche de papá llegamos en diez minutos. El hombre miró a su compañera de viaje, quien estaba contemplando al muchacho pecoso, de rostro ovalado, ojos vivaces y cabellos dorados y revueltos. ?¿Vives en aquella mansión? ? preguntó ahora la mujer, con voz dulce y acariciante. ?Sí, señora. ?Es un lugar muy bonito. ¿Qué haces aquí?