El poblado, si podÃa ser considerado como tal, habÃa nacido casi por generación espontánea, en el recodo que formaba el River Klamark, junto al macizo montañoso que lo desviaba en un curso diagonal hacia el sur. Como era ley fatal en tales casos, allà donde el metal amarillo hacÃa su aparición, aunque fuese en un asomo engañoso que luego habrÃa de producir muchas desilusiones y fracasos, el hecho de que dos mineros borrachos hubiesen descubierto cuarzo de oro en las estribaciones del monte y en su euforia lo hubiesen pregonado en las tabernas de Yreka y Fort Jones, bastó para que la voz se corriera y todos los aventureros de aquella parte del norte de California, tocando con la frontera de Oregón, se lanzaran como lobos hambrientos, a picar en las estribaciones del monte y montaña adentro, creyendo que cuando ya, se habÃan dado por agotados los filones que podÃa ofrecerles el valle de Sacramento, iba a producirse un nuevo estallido como el del molino de Sutter.